Las autoridades, civiles, militares y de policía, organismos de inteligencia y organizaciones de derechos humanos coinciden en que, actualmente, “en todo el país, el 'Clan del Golfo' tiene un plan de expansión” que las autoridades no han podido detener.

Tras la captura en octubre de 2021 de David Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, el máximo cabecilla de esa organización , el entonces Presidente, Iván Duque, expresó en ese momento que era el final de esa organización.

Sin embargo, la realidad es que lejos se está aún tres años después de la afirmación de quien para la época era el primer mandatario de los colombianos.

En efecto, tras esta captura en la ‘Operación Osiris’, Duque dijo que era el golpe más grande al narcotráfico en el presente siglo.

“Este golpe solamente es comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90”, dijo quien para la época era el Jefe de Estado, sobre la captura de ‘Otoniel’, quien fue extraditado posteriormente en mayo de 2022,

Señaló que la acción de las Fuerzas Militares en ese momento, marcaba “el final del Clan del Golfo”, frase que en el presente demuestra todo lo contrario pues esa organización se multiplica por el territorio nacional.

Para la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, el 'Clan del Golfo' incluye también a la Costa Caribe colombiana en ese plan de expansión.

"Lo que quiere decir que tiene una intención explícita de expandir su accionar criminal a toda la Costa Caribe colombiana", dijo a Zona Cero Laura Bonilla, subdirectora de la fundación Pares.

Recordó que "el 'Clan del Golfo' tiene control territorial en la Costa Pacífica” y que de cubrir la Costa Caribe, "los posicionaría, tal vez, como el grupo armado más grande de América Latina”.

Según el último conteo de la fundación, en la actualidad  el 'Clan del Golfo', o Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), tiene presencia territorial en aproximadamente 361 municipios "y puede llegar prácticamente a los 400 para fin de año, eso es un montón", recalcó.

La más reciente revelación de la Fundación Pares e Indepaz señala que "a partir de las redes sociales están empezando a reclutar niños, niñas y adolescentes, y cada vez más jóvenes".

Detalla la ONG que el asunto se da porque "estos grupos requieren de un recambio constante, ya no son grandes procesos de reclutamiento, ni grandes procesos de entrenamiento, sino está gente puede entrar a hacer parte del 'Clan del Golfo', haciendo una o dos tareas, una vuelta o dos vueltas, el 'Clan' no necesita mantenerlos en la nómina, ellos pueden perfectamente hacer parte de la identidad, sin necesidad de tener una actividad de día a día, una actividad cotidiana, pero básicamente, ingresan los niños, las niñas, los jóvenes a partir de darles información de ser parte de la cadena de información y luego van escalando y dependiendo de la capacidad militar que les vean, los van incluyendo en otros tipos de tareas y los van llevando a otros tipo de cargos".

En el mundo criminal "es un proceso permanente" y se trata de "una gran escuela con chicos preparándose y entrenándose permanentemente para ser el reemplazo de otro chicos y chicas, y estos cada vez más jóvenes, y nada de lo que se hace en el país está previniendo este tipo de situaciones".

En este orden de ideas, al momento de señalar cómo es el manejo de las redes sociales y el reclutamiento de menores, la Fundación detectó que "los reclutamientos se hacen mayoritariamente por TikTok".

"Y si mañana cerramos TikTok, van a encontrar otras formas, WhatsApp, cadenas de WhatsApp".

No ve probable que se masifique el reclutamiento por Facebook "porque es una red que usamos los adultos, pero los chicos usan mayoritariamente cadenas de WhatsApp y TikTok".

Sobre cómo es el modus operandis en TikTok, Laura Bonilla explica que "es un poco de seducción, les mandan videos publicitarios, "Puedes entrar al 'Clan del Golfo'", les mandan comunicados, los rotan, les dicen te ofrecemos algo, podemos solucionarte un problema financiero específico, para los muchachos refuerzan una masculinidad muy tóxica y muy asociada a la guerra, de las mujeres, el arma y con eso pues intentan atraer a los chicos".

"Ya una vez son atraídos, la primera tarea que ponen a un joven reclutado por uno de estos grupos ya es la firma de que te tienes que quedar", explica.

Es claro para Pares que el homicidio no es de las primeras misiones para un joven reclutado. "Eso llega con el tiempo".

"Puede ser perfectamente párate en esta esquina (inteligencia) porque eso nunca empieza con lo más duro, que para una persona siempre va a ser duro matar a otra. Aunque no lo creamos empieza con decir, solo tienes que pararte en esa esquina y contar cuántas personas pasaron o pararte en esa esquina y decir si pasa una persona que no vive en el barrio y me pasas un informe diario".

Con el mismo uso de las redes sociales, la información que obtiene el reclutador la transmite a la persona que los incorporó. Les dicen: "Tómale una foto, tráeme esta información, muéveme este paquete".

Otra prueba, después de ser reclutada la persona a la que le encomienda misiones específicas como transportar una encomienda. "Le dicen usted guarde este paquetico y me lo lleva hasta Bogotá, no tiene que hacer más nada y le pagan el pasaje".

Así se mueven las economías ilícitas de estos grupos y el 'Clan del Golfo' lleva la delantera, finaliza el estudio de la fundación Pares sobre el reclutamiento de jóvenes.